viernes, 7 de diciembre de 2012

Como un pedazo de cielo en mis manos.

Decoraciones en graffiti bajo el cielo de polvo. 
Una constante ola de tensión sobre la confianza rota. La que rompiste tú, claro.
Las lecciones que me enseñaste no las aprendí porque nunca fueron verdad.
Ahora yo me encuentro preguntándome si ellos apuntan su dedo hacia mí de nuevo; culpable por asociación, eres tú quien me señala.
Quiero huir, pero no decir jamás adiós. Nunca fui de esas.
Quiero saber la verdad en lugar de imaginarme los porqués. 
Cerrar la puerta y abrir mi mente.
Bolsas de papel y voces enfadadas bajo el cielo de polvo, gris y azul marino, otra ola de tensión no ha hecho más que llenarme, y toda tu habladuría...esas palabras nunca fueron verdad.
Como un pedazo de cielo en mis manos. Como un rayo de sol entrando por la ventana. Como la primera gota de agua en una tormenta. Como ese minuto de paz en la más sangrienta de las guerras.
Como que seques mis lágrimas y provoques mis llantos.

Desde el más brusco grito, hasta el más intenso silencio.

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