martes, 28 de agosto de 2012

Y me sabe a poco.

Duele. Araña. Muerde. Golpea, una y otra vez. Hace daño al alma. Ataca al corazón. Remueve el pasado, entran en combate los recuerdos. Cada trago a esta botella como escudo. Cada cigarro como escondite. Cada sonrisa como camuflaje. Cada latido como una bomba. Cada palabra como un disparo. Cada mirada como humo. Cada roce como herida. Cada pensamiento como el alcohol que escuece. Cada lágrima como lluvia que sacia la sequía. Cada sonrisa tuya, como un tanque que entra en juego. Cada negación, como un ejército cada vez más pequeño. Pero cada frase de esperanza, es para mí, como una batalla ganada.

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