miércoles, 29 de agosto de 2012

 No me decidía entre llorar o reír; entonces hice ambas.
Y los minutos fueron avanzando hasta quedarme apaciguada.
Ya no sabía lo que era la realidad, y me costaba entender la distancia.
¡Qué concepto tan absurdo!
La lejanía entre dos objetos, el intervalo de tiempo que transcurre entre dos sucesos.
El espacio físico entre tú y yo: incalculable.El tiempo desde la última vez que acaricié tus ojos: eterno.
Y entonces callé,
porque entendí aquello que en realidad nunca quise saber.
Comprendí que.

No hay comentarios:

Publicar un comentario